Todas ellas estaban gobernadas por coaliciones del Partido Popular (digamos conservadores) y Ciudadanos (digamos centristas).
En principio, apuntaba a una victoria para el PSOE.
Como decimos, empezó en la región de Murcia, cuando Ciudadanos rompió con el Partido Popular.
El por qué y las consecuencias para este partido son muy delicadas, con una clara desorientación y ambiente muy revuelto en ese partido y quizá las veremos en un monográfico, es una historia aparte.
Sólo comentar que finalmente la moción no salió adelante.
Horas más tarde en Madrid, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, anunció elecciones anticipadas.
Según ella, minutos antes de que la oposición presentara la moción de censura, algo que desde los otros partidos negaron. Esto podría ser o no ser, pudiendo ser más bien para aprovechar la oportunidad del momento, muy propicio para las expectativas electorales del pp en esta región.
En otras regiones, Andalucía y Castilla y León, los socialistas han presentado mociones de censura esperando que Ciudadanos rompa con sus socios de coalición (aunque parece que no van a prosperar porque Ciudadanos ya ha anunciado que se mantendrán leales a sus socios de coalición).
En esta última región, el PSOE incluso ha sacado vídeos en las redes sociales recordándoles que venían para cambiar y lo que hicieron fue apoyar al que había gobernado siempre, PP, y que había perdido las elecciones y ganado ellos, PSOE.
A todo esto hay que sumarle el hecho de que España, a nivel nacional, está gobernada por una coalición de entre el Partido Socialista (digamos centro izquierda o socialdemócratas) y Podemos (extrema izquierda, alineados con la izquierda unida coalición cuyo mayor partido es el comunista).
Podríamos decir, en otras palabras que todo apunta a que España está girando cada vez más hacia posiciones izquierdistas, podría ser, o no.
Recordemos que no estamos hablando de resultados electorales, sino de movimientos políticos y alianzas.
Vamos a repasar brevemente la historia de los partidos políticos españoles.
Durante décadas, la política española ha estado dominada por dos grandes formaciones: el PSOE, de centro izquierda o socialdemócratas, y el PP, de centro derecha conservadora. Con un partido de extrema izquierda (Izquierda Unida) bastante marginal en cuanto a sus posibilidades de gobierno.
A éstos, hay que añadir los partidos regionalistas, que sirvieron de apoyo para llegar a las mayorías necesarias, tanto con uno como con otro.
Esto conformaba una especie de bipartidismo "imperfecto".
recordemos que las elecciones en España son legislativas al congreso y senado y de ahí sale el presidente del gobierno. No son elecciones presidenciales ni hay segundas vueltas. Y en algunos partidos hay elecciones primarias.
En la crisis financiera del 2007 hasta 2018, principalmente en 2014 esto se modificó, cuando entraron en escena nuevos partidos.
Ahora los españoles también pueden elegir entre Podemos (extrema izquierda, ahora junto a izquierda Unida), Ciudadanos (centro), VOX (extrema derecha), Más País (una escisión de Podemos, creado por uno de sus fundadores, otro tema a considerar) y un amplio elenco de formaciones regionalistas o independentistas.
También tuvo un paso más fugaz otro partido de centro, que acabó desapareciendo, UPyD.
Esta fragmentación ayuda a explicar que, tanto el gobierno nacional como la mayoría de los gobiernos regionales, y el gobierno central, sean coaliciones, con sus sus luchas internas lógicas.
La pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento han supuesto un golpe durísimo para la economía española, como al resto de economías europeas y mundiales.
Más que otras debido el peso del sector servicios y concretamente el turístico.
Por parte de la Unión Europea se han articulado medidas para ayudar a sus miembros, como las compras del BCE y otros planes de ayudas, tanto subvenciones como créditos, incluyendo una emisión de bonos específica.
Se han relajado las condiciones de estabilidad, pero acabarán volviendo y quizá haya que tomar medidas de austeridad más o menos duras, todavía lejos de concretarse, pero algo habrá. según las últimas noticias la prórroga de las medidas de estabilidad estarán al menos hasta el 2022, incluido.
Esto tendrá su coste político, en principio cercano a lo que pasó durante la crisis de la deuda de 2012.
Todo esto planteará un problema para Podemos, que nacieron, en parte, como una respuesta contra la austeridad impuesta por de Bruselas. les obligará a elegir entre o renunciar a sus principios para mantenerse en el gobierno o marcharse a la oposición para combatir los recortes.
Pero esto es a más largo plazo, horizonte temporal que en política es demasiado incierto.
Además, estar en el gobierno supone un desgaste, es dejar de estar en la calle, por eso últimamente realizan declaraciones apoyando diversas protestas.
Desde un punto de vista meramente electoral, es obvio: estar en el gobierno desgasta, especialmente durante esta pandemia.
Durante las elecciones de 2019, Podemos se presentó con un ambicioso programa de izquierdas y, ahora que están en el poder, sufren una bajada importante de apoyo.
Habría que que añadir el marcado personalismo de este partido, que ha llevado, entre otras cosas, a que todos los fundadores menos uno se hay quedado en el partido y uno de los que se fue haya fundado otro partido (Más País).
Una conclusión es que, cada vez, hay más votantes desencantados de Podemos.
Y esto se puede ver en la clara tendencia a la baja en las elecciones generales y en elecciones regionales en Galicia y País Vasco.
En otras palabras: Podemos podría estar interesado en volver a la oposición para poder reconstruir su popularidad.
En los últimos meses hemos visto varias ocasiones en las que han mostrado públicamente sus desacuerdos con los socialistas.
Esto dejaría a los socialistas en una posición muy débil.
Los últimos movimientos del dirigente máximo de Podemos, Pablo Iglesias, abandonando la vicepresidencia del Gobierno de España para presentarse como candidato a la región de Madrid van por este camino: la tendencia era a su posible desaparición de esta región, esto se podría comentar en otro monográfico, esto es otra historia.
No es la primera vez que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, negocia con Ciudadanos.
Hace unos meses intentó acercarse a los centristas para conseguir su apoyo para aprobar los presupuestos generales. En ese momento, Podemos (junto a los independentistas catalanes de izquierdas) obligó al Presidente a elegir: o Ciudadanos o nosotros.
Teniendo en cuenta el número de diputados de Ciudadanos no compensaría la pérdida de sus apoyos actuales, por lo que la respuesta está clara.
Por aquel entonces, Ciudadanos era el socio de coalición de los populares en varias regiones. Pero los eventos de esta semana cambian ligeramente esta imagen de muleta del PP.
A partir de ahora, nadie puede seguir diciendo que Ciudadanos es parte del bloque de centro-derecha. Algo que los periódicos se empeñan en etiquetar, aunque ellos se declaren de centro.
Ahora más que nunca es cuando pueden presentarse como un partido moderado. Sobre todo con la "opa hostil" que el PP lleva realizando desde hace meses, algo que ya se hace sin máscaras desde el asunto de la región de Murcia.
Sin embargo, esto no es el fin del que algunos llaman el bloque de centro-derecha, o más bien de las coaliciones actuales.
Durante años, mientras el resto del continente asistía al ascenso de los partidos de derecha populista, en España no ocurría. Sin embargo, el auge del separatismo en Cataluña ayudó al crecimiento de VOX: una escisión del ala más conservadora del PP.
Su primera victoria se produjo en las elecciones regionales de Andalucía, a finales de 2018. VOX superó todas las expectativas previas y ganó un 10% del voto. Algo parecido ocurrió en las elecciones generales de 2019, donde sacaron unos resultados mucho mejores que lo que pronosticaban las encuestas.
Pese a todo esto, quedaron como la tercera fuerza en el parlamento, muy por detrás del Partido Popular.
Y entonces llegó la pandemia. España es uno de los países más afectados por el Coronavirus y el único partido que no ha salido perjudicado con esta crisis es VOX porque, a diferencia del resto, no forma parte de ningún gobierno, aunque apoya a diversos gobiernos regionales.
Todo esto explica por qué VOX ha tenido más libertad para hacer una oposición más dura.
Incluso llegaron a presentar una moción de censura contra el Pedro Sánchez, sabiendo que no saldría adelante.
Además, podríamos hablar de la población española. Pero no es tan fácil ni inmediato verlo.
Podríamos intentar ver por donde van las nuevas generaciones en cuanto a su ideología viendo los canales en youtube con más seguidores pero corremos el riesgo de identificar el mundo de las redes sociales con el mundo real, y la correlación no es tan clara, ni fácil.
Sumar los seguidores de los canales más de izquierdas con los más de derechas no nos diría el respaldo electoral, ni muchos menos el partido al que iría.
Nos puede servir de aproximación, pero nada más.
Si atendemos a eso, podríamos llega a la conclusión de que los jóvenes son más de derechas.
Pero ni todos los jóvenes están apuntados a esos canales, ni tampoco seguir o visualizar vídeos significa necesariamente que sigas al 100% ciertas ideas ni esos canales se identifican necesariamente con un partido específico.
Recordemos que no siempre todos los jóvenes han votado a la izquierda, aunque sí más, y no sabemos si estos serían los que siempre han votado a la derecha y los canales de "derechas" (cuidado con la clasificación) estarían sobre representados. Ni tampoco tenemos datos de evolución ni tendencias.
Lo dicho, dan una idea, pero nada más. Cuidado con los que ven lo que quieren ver.
En este momento, nadie puede predecir quién ocupará el gobierno regional en Madrid tras las elecciones: dependerá de pactos post-electorales. La extrema derecha tiene una oportunidad única. Es muy probable que, tanto PP como VOX crezcan en votos, algo que algunos apuntan a la verdadera razón del adelanto electoral aprovechando la tendencia clara a la baja de Ciudadanos.
Si el bloque de centro-derecha consigue gobernar en Madrid, es muy probable que lo haga mediante un pacto entre PP y VOX.
En resumen: todas las cartas están sobre la mesa y veremos como se reconfiguran los llamados bloques electorales, sobre todo después de los acontecimientos con Ciudadanos, que temen que les pase lo mismo que al otro partido de centro anterior, UPyD.
Pero esa será otra historia.